Me acerqué a la psicología desde muy joven, durante mi formación como maestra de enseñanza primaria. Sin embargo, no hice la carrera de psicología en aquel momento.

En cambio, empecé a investigar sobre el desarrollo humano y los misterios de la vida. Soy un espíritu muy curioso, con mucho afán para comprender. ¿Por qué somos como somos? ¿Qué hay detrás de las apariencias? ¿Cómo superar los desafíos que la vida nos pone delante y desarrollarnos plenamente?

Buscando respuestas emprendí un largo y profundo estudio e intensa práctica espiritual que me acercó a la psicología transpersonal, orientación que sigo manteniendo a día de hoy.

Mi vida ha sido un camino de constante desafío y superación personal. Me enfrenté a problemas de salud que, algunos conseguí sanar y otros se quedaron crónicos. Es por esto que llegué a aprender varios métodos alternativos de sanación.

A lo largo del tiempo he pasado de la inestabilidad en las relaciones, a los retos que conlleva la pareja duradera. He vivido la separación: por abandono, por estudiar lejos de casa, por fallecimiento de seres queridos y por residir en extranjero.

Además, he experimentado de manera directa la discriminación, el mobbing, la falta de aprecio, el sentimiento de soledad...

Lo que a veces parecía difícil de superar, en realidad me ha fortalecido y ha desarrollado en mí una comprensión más profunda sobre el sentido de la vida, así como compasión hacia las personas que pasan por situaciones difíciles.